Descripción del proyecto
Con todo los detalles preparados y cuidados con esmero, Annia, la protagonista, sólo tenía que dejarse fotografiar. No en vano este iba a ser su primera sesión de fotografía y, conociendo a los padres, seguro que no será la última.
La ternura y paz de sus gestos invitaban a besarla y abrazarla, cosa que hice una vez acabada la sesión, no lo pude evitar. Todo era armonía y repasando las fotografías que os muestro, aun puedo percibir los aromas, la suavidad de su piel y la calidez del momento.
Gracias Annia, y también a Paula y Dani, por dejarme compartir con todos vosotros estas primeras horas de esta princesa.