Descripción del proyecto

A medida que pasan los años, nuestros hijos dejan la niñez y pasan a la adolescencia. Nos encontramos con pequeños adultos que nos recuerdan nuestra juventud. Esa juventud que cerrando los ojos, podemos volver a sentirla.

Los padres añoramos a nuestros pequeños cuando los acurrucábamos en nuestro regazo, los hijos añoramos estar en los brazos seguros de nuestros padres, libres de responsabilidades y preocupaciones. Porque al final, todos somos madres/padres e hij@s a la vez.

El objetivo de esta sesión no era otro que mostrar esa complicidad entre madres e hijas, esa relación tan especial que las unen (lo siento por los padres e hijos presentes, pero… ¡somos chicas!).

Gracias a estas dos fantásticas mujeres por la maravillosa tarde que pasamos juntas.

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